Emilio Conde llega a las 75 donaciones de sangre con la satisfacción de haber ayudado a mucha gente

La Hermandad de Donantes de Sangre realizará un reconocimiento a Emilio Conde por sus 75 donaciones de sangre, en la próxima Asamblea General, por su generosidad durante 30 años y así le han comunicado su “satisfacción por haber tenido salud, generosidad y ánimo para seguir donando a lo largo de todos estos años”.

Emilio comenzó sus donaciones en el año 1987. Cuenta que por aquel entonces se hacían en el edificio que hoy ocupa la Casa de Cultura La Encomienda, y siempre coincidiendo previamente  con las fiestas del Toro Enmaromado.

Para este experto donante, sus donaciones periódicas durante todos estos años ya son una rutina habitual, siempre ha ido al límite máximo de donaciones anuales posibles. Aunque reconoce que al principio no existían tantos controles como ahora, ni eran tan exhaustivo el control de las condiciones de salud de los donantes. “Ahora, cada vez tienes que hacer un test, entrevista con un médico, comprobar el hierro, la tensión, y además si detectan algún problema en el análisis de la sangre que has donado te avisan. Hacen un gran trabajo”.

Dice Emilio “Cuando sabes que ha ocurrido alguna desgracia y han tenido que utilizar sangre para socorrer a esas personas, como donante te enorgulleces”.  Emilio recomienda a todo el mundo que esté en condiciones de hacerlo que done sangre. En los últimos años dice que ha visto como cada vez asiste más gente joven a donar y eso también le satisface.

 

“Es muy fácil, los 450 cc. que donas se recuperan muy rápido, ahora te mandan no hacer esfuerzos el día que donas, pero yo me acuerdo cuando empecé que algún domingo después de donar marché a jugar un partido de baloncesto, y aquí estoy, así que no hay que tenerle miedo y donar, hay mucha gente que lo necesita”.

La Hermandad de Donantes de Sangre, viene a Benavente cada primer martes de mes por la tarde al Centro de Salud Benavente SUR, donde muchos benaventanos aportan también su granito de arena para recuperar la salud de las personas que en momentos complicados de su vida la pueden necesitar.