Más de veinte funerarias aprenden a embellecer la muerte en un curso en Benavente

Jose Lúis Lourido López es el formador que está impartiendo este curso, del que dice que hay mucha demanda, principalmente porque cada vez hay más gente joven que se está incorporando al sector para hacerse cargo de empresas funerarias familiares, lo que requiere una formación especializada para poder realizar un servicio de calidad tal  y como demandan sus clientes.

En estos cursos intensivos, que se desarrollan durante tres días en jornada de mañana y tarde, aprenden todo el trabajo que se desarrolla desde la recepción del difunto hasta la presentación del cadaver a la familia en el ataud y también lo que se refiere al trato personal con las familias para ayudarles en su proceso de duelo.

Para Lourido, en su trabajo se normaliza el proceso de la muerte, ellos intentan que las familias lo vean como algo natural, que antes o después nos va a pasar a todos, pero también a ellos les toca la fibra cuando se encuentran con determinados fallecimientos y pasan algún mal rato, aunque tienen que desarrollar su trabajo de la manera más profesional por encima de todo.

Tres días de clases teóricas, en las que se tratan temas como la anatomía humana, microbiología, prevención en la transmisión de enfermedades, medicina legal y forense.

Para finalizar una parte práctica en la que se aprenden técnicas de conservación o embalsamamiento y tanatopráxia, unas técnicas que según cuenta José Luis Lourido cada vez están más demandadas, para conseguir que los cadáveres recobren de alguna manera un aspecto natural, con técnicas simples, utilizando en algunos casos productos de maquillaje, "se trata de que el difunto parezca que está dormido, que está descansando, esto alivia mucho a la familia".

El curso se está desarrollando en el Tanatorio de la Soledad.