Perdidos en nunca jamás, un grito teatral a la situación actual de los jóvenes

Una mirada crítica constante se respira en esta obra, considerada por El Pais como mejor montaje teatral del año 2013. Para su puesta en marcha contaron con la colaboración de un colectivo de arquitectos que realizan obras artísticas a partir de desechos para producir la escenografía. También hacen su propia música en directo, consiguiendo involucrar al espectador en una trama en la que la realidad supera a la ficción, los problemas y las vivencias de los actores son compartidos por el público, que se identifica con una situación que a todos les gustaría cambiar, los jóvenes deben abandonar sus lugares de origen para buscarse la vida muy lejos, rompiendo esos lazos familiares que crean sufrimiento y distancia.

Una historia de maletas y despedidas, de aviones que vuelan y también de esperanza, el mensaje de Peter Pan, “nunca hay que perder la fé infantil, capaz de producir prodigios”.

El espectáculo continuó durante unos minutos en el hall del teatro, cuando los actores después de abandonar el escenario siguieron con su repertorio musical mientras el público salía, aunque buena parte del mismo se quedó escuchando las animadas interpretaciones con las que dieron por finalizada su actuación.