Con el buen tiempo las bicicletas abandonan garajes y trasteros para dejarse ver por calles, caminos, carreteras...
Si a la diversión que de por sí proporciona el deporte de las dos ruedas, se le suma la posibilidad de respirar aire fresco en medio de bonitos paisajes, se convierte en una de las actividades que más adeptos está ganando en los últimos años: el ciclismo de montaña. No se trata solo de las competiciones profesionales que, a lo largo del año, se disputan en numeras zonas montañosas, sino también de las entretenidas marchas y rutas que, ayuntamientos, asociaciones "amigas" de la bicicleta, realizan aprovechando el buen tiempo.
Para comenzar, se requieren unos requisitos mínimos indispensables. Lo más
importante en todos los deportes, pero especialmente en uno como éste, en el
que el deportista circulará por terrenos desnivelados y hasta cierto punto
abruptos, es la seguridad. A parte de una bicicleta revisada convenientemente y
en condiciones, será imprescindible un buen equipo formado por casco, guantes,
ropa deportiva, una pequeña mochila con lo indispensable...
Todo este material,
incluida la bicicleta, se puede adquirir en una tienda especializada, en la pagina web de Bikester, por ejemplo, y será suficiente
para subsanar cualquier pequeño contratiempo que pueda surgir durante la
marcha. Para practicar ciclismo de montaña en Benavente, rodeada de una
naturaleza frondosa y espectacular, invita a la realización de deportes al aire
libre, para entrar en contacto con sus montes, con sus ríos... Dejarse llevar
por los caminos que discurren entre brezales, bajo las sombras de centenarias
encinas, de altos y estilizados álamos o de fuertes chopos, y acompañados por
el aroma suave y perfumado de los campos de tomillo.
La riqueza natural de las montañas zamoranas es del disfrute de todo el que se anima a formar parte de uno de los grupos que las recorren en rutas guiadas, de diferentes dificultades y distancias, y tanto diurnas como nocturnas. Una visita a las lagunas de Villafáfila, un tour por la rivera del Esla, una subida al monte Milles, la Ruta de las encinas, la Vía de la Plata... las opciones son numerosas, sólo es necesario buscar buena compañía y ponerse en marcha. Benavente tiene mucho que ofrecer.



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