Bocatas solidarios de Manos Unidas contra el hambre y los efectos del cambio climático

El gimnasio del Colegio San Vicente de Paúl, como es habitual, fue el centro de operaciones desde donde se distribuyeron alrededor de dos mil bocadillos, fruto de la colaboración de particulares y empresas. Una perfecta organización logística que fue distribuyendo los bocadillos hasta los centros escolares y empresas y que finalizó a las dos y media de la tarde con la venta de bocadillos en la Plaza de la Vega.

El arcipreste César Salvador se dirigió a los presentes en nombre de la organización Manos Unidas, que trabaja por los pueblos más empobrecidos de la tierra. Desde Manos Unidas dijo querer denunciar el maltrato del planeta y el cambio climático, provocado por el consumismo que trae consigo la sobreexploación de los recursos naturales. Esta crisis climática, dijo Salvador, trae consigo una crisis humana de proporciones alarmantes, con hambre, escasez de agua, incremento de la pobreza o migración. Hizo una previsión para el año 2050, en el que los impactos del cambio climático serán cada vez mayores, incrementando la pobreza y el desplazamiento de más de 140 millones de personas.

En su discurso, pidió el cuidado de la casa común para que toda la humanidad pueda disfrutar de un medio ambiente óptimo y de los derechos humanos, una justicia climática efectiva y una educación que promueva una conciencia ecológica.

Manos Unidas se solidariza con las personas y pueblos empobrecidos, que son los que más sufren las consecuencias del maltrato del planeta y dedica sus recursos para proporcionar medios y recursos a los paises que más están sufriendo los efectos de la pobreza y del cambio climático.