¡HOLA! ¿ALCALDES? - Artículo de opinión de José Ventura Aporta

El 25 de julio estaban convocados 25 alcaldes, aparentemente todos bien dispuestos cuando en persona les fui convocando, desde casi tres semanas antes, al encuentro entre ellos y la población, de los valles del Almucera, el Tera, el Órbigo, el Eria y el Castrón. La propuesta que de mis labios recibieron fue, y sigue siéndolo, la de poner en pie una iniciativa que a ellos (y entre ellos mismos) les diera (y se dieran) apoyo para reclamar juntos y por encima de los rubros políticos que individualmente representan, una cuestión de interés general y vital para los moradores, los ríos y los pueblos de estos valles.

 

¿Y qué cosa 'inaudita' tenían que reclamar para la zona nuestra en los organismos e instituciones competentes? Sencillo, algo que ya se ha reclamado y conseguido en otras zonas del país. De hecho en casi todas: en nuestro caso, colectores que desde las cabeceras de los valles bajen recogiendo, pueblo a pueblo, las aguas sucias evitando de una vez por todas ¡ya es hora! Los vertidos a los ríos que ya han conseguido acabar con la vida del Almucera y Eria cuanto menos, y dejar tocados, severamente, el Tera y el Órbigo. ¿Y dónde habrían de confluir esos 4 o 5 colectores de aguas sucias sin pasar por verterlas a los ríos? Cosa obvia es: en una gran depuradora, ¿dónde si no? Una depuradora que devuelva tratadas, controladas, depuradas y limpias esas aguas reutilizables a los ríos. Así sí.

Alguno de estos alcaldes, con más suspicacia que curiosidad, me preguntó a quién o quiénes representaba yo, que así los convocaba: ¡A mí mismo!, que ya he decidido dejar de lamentarme por el triste estado del Almucera, al que por edad lo había conocido en su esplendor, así como al resto de los ríos de la franja norte de la provincia de Zamora, y tomaba partido pasando a la acción. Ni un lamento más: hechos. Todos hemos de pasar a la acción porque no queremos la paz de los muertos; de los ríos muertos, y en consecuencia, traemos la guerra contra los vertidos. He ahí el marco de acción de la Iniciativa popular que ha de dar aliento, fuerza y soporte ciudadanos a sus alcaldes en la justa reivindicación.

 

Pues bien, después de la frustrante y desilusionante espantada general de los que, con buenas palabras previas, se comprometieron a acudir al puente de Micereces a dar soporte y corporeidad a la Iniciativa, y luego no acudieron, hay que reaccionar. Es cierto que hubieron otras ausencias notables y de verdad comprometidas como la del alcalde de Puebla de Sanabria y el de Mombuey, que desde el primer momento sabíamos que no podían acudir, por tener a la misma hora un acto sobre violencia de género y del cual José Fernandez, alcalde de Puebla, era anfitrión. Pero supo hacerse presente con un manifiesto de apoyo a la Iniciativa que tuve ocasión de leer en el acto de presentación. Cosa muy de agradecer. El otro caso singular de ausencia anunciada se produjo con una llamada telefónica la misma mañana del 25 por parte de Ismael Fernández, alcalde de Granucillo, viviendo un trance familiar gravísimo de espera. Con todo, digna y sobriamente se pronunció con estas palabras: "Granucillo está con la Iniciativa. Estamos con la iniciativa. Transmítelo". Y lo hice.

 

Respecto a los de la triste espantada, cabe que reaccionen y lo mediten, como cabe preguntarse (si persisten en la negación del problema hurtándonos su implicación), a quiénes o a qué creen ellos representar, porque no parece que sea el bien común ni los intereses generales de los habitantes de los pueblos que gobiernan. Tal es así, que tal vez no sean los alcaldes idóneos que esos mismos pueblos necesitan hoy, si ahora no saben estar a la altura.

 

La ocasión se vuelve histórica por la confluencia de circunstancias favorables que hacen oportuna la configuración de la Iniciativa por los colectores y la depuradora. De un lado la culminación en el 2020 de la moratoria europea para acometer tales proyectos, y de otro, los 34.800 millones de euros para financiarlos, de los cuales se pregunta el senador y alcalde de Puebla: "¿Qué hemos visto en nuestros ríos?". Y yo pregunto, ¿estas tierras, sus gentes y sus ríos no se merecen algo bueno? Unámonos para conseguirlo o preparémonos a renunciar al futuro y a morir lángida e inexorablemente.

 

En este asunto, con un principio tan inaudito e insospechado, han resultado muy llamativas y notorias algunas ausencias, así la alcaldía de Santibáñez de Vidriales, con ocho o nueve pedanías se echó de menos su presencia. No menos notoria fue la ausencia de Benavente, cuyo alcalde tenía algún compromiso, pero cuenta con Concejalía de Medio Ambiente (¿?) que tampoco hizo acto de presencia. Tan llamativas incomparecencias parecen relegar a estas alcaldías a la posición de meras comparsas, cuando deberían de ser agentes muy principales de la Iniciativa por los ríos.

 

El núcleo duro y dinamizador de la misma se ha de encomendar a los presentes al acto y a los que, ya comprometidos, no podían acudir de ningún modo y lo anunciaron previamente; es decir: Para liderar la iniciativa quedan los ediles de Brime de Urz, Camarzana, Granucillo, Manganeses, Mombuey, Morales de Rey, Puebla y Quintanilla de Urz (nótese bien el orden alfabético de la relación) y sus respectivos alcaldes: Pepe Furones, José Luis, Ismael Fernández, Antonio Ferrero, Paco Antón, Consuelo, José Fernández y Andrés Rabanal. Todos ellos están en la foto del compromiso. Al resto se les invita a sumarse a la Iniciativa por los ríos. No se entenderán las delaciones.