UPL celebra su tradicional comida de Navidad con un espíritu reivindicativo

Más de trescientos participantes en la tradicional comida de Navidad celebrada en el Parador San Marcos de León.

 Rodeados de un ambiente de cordialidad, el secretario general, Javier Chamorro, el procurador en las Cortes, Alejandro Valderas, el diputado provincial, Lázaro García Bayón, y el presidente, Pedro Gallego, han aprovechado esta comida para felicitar las fiestas navideñas a los asistentes a los que han dirigido unas palabras llenas de proclamas leonesistas, mensajes de optimismo y una gran confianza en el futuro del partido.

Mensaje del Presidente a los Asistentes:

Queridos amigos y amigas:

 Una vez más me complace dirigirme a vosotros en esta entrañable comida de Navidad en mi calidad de Presidente de nuestro partido, con unas palabras que no pueden ser más que de aliento y de completo orgullo por el trabajo realizado, viendo como, y a pesar de tantísimos obstáculos, seguimos firmemente en la defensa de los valores e intereses de nuestra tierra, el Reino de León.

Permitidme dos breves reflexiones:

La primera, como es lógico, se refiere a nuestros convecinos, a las personas, familias, comercios, pymes y grandes empresas que lo están pasando mal en estos días tan entrañables, debido a la durísima crisis económica que nos asola. Una crisis que tiene responsables claros con nombres y apellidos: los gobiernos del PSOE y del PP, incapaces de prever la crisis y, posteriormente, de atajarla mediante medidas ajustadas y solidarias.

El resultado es una tasa de paro disparada, el consumo bajo mínimos y un sentimiento social de pesimismo, que roza con el catastrofismo. Las tremendas imágenes que todos hemos visto de los desahucios es sólo un reflejo de lo que está sucediendo en la calle, con la consiguiente pérdida de credibilidad de la clase política y del aumento de las protestas, manifestaciones y rechazo a las instituciones.

La UPL se solidariza con todos aquellos que lo están pasando mal, al mismo tiempo que haremos todo lo posible, desde las instituciones en las que tenemos representación, para aliviar el drama que viven las familias y pymes más afectadas por la crisis, y para promover propuestas que fomenten la inversión y entierren la nefasta política de recortes y ajustes tan brutales.

La segunda reflexión hace referencia a nuestra razón de ser, nuestra reivindicación a favor de una autonomía para las provincias que hoy componen lo que fue el antiguo Reino de León.

Cuando en el año 1983, desde Valladolid se sirvieron de todas las tretas y presiones de toda índole para inventar este hibrido, que desde las tres provincias venimos sufriendo, ni en el peor de sus sueños podían pensar que, casi tres décadas después, no hubieran conseguido doblegar al pueblo leonés.

No lo han conseguido y a la vista está. Y no lo han hecho porque desde diversos sectores, sobre todo desde la UPL, les hemos dicho basta  en todos y cada uno de los organismos en los cuales la UNIÓN DEL PUEBLO LEONÉS está presente.

Todavía recientemente, con motivo de los presupuestos de la Junta de Castilla y León, fueron presentadas 40 enmiendas, cuyo fin único es la persecución del desarrollo y mejora de nuestra tierra.

¿Sabéis cual será su destino? El de siempre, el de todo aquello que no le convenga a su querida Castilla y más concretamente a Valladolid: la papelera. El resultado de todos estos años es un centralismo descomunal, que no ofrece soluciones eficaces a los ciudadanos.

Hablando de centralismo, en breve presentaremos una moción para eliminar la Fundación Siglo,  cuyo único e indisimulado fin hasta ahora ha sido convertirnos a la nueva fe del trabalenguas “castellanoguionleonés”. Sí, algunos con más edad recordareis aquella asignatura de la escuela franquista de la “formación del espíritu nacional”, pues eso, pero en versión vallisoletana.

Y es que, no tienen ya, ni disimulo, ni vergüenza. Os pongo un ejemplo, en Zamora han enterrado la friolera de 1.000 millones de las antiguas pesetas en las obras paralizadas de un Palacio de Congresos, unas obras prometidas por la Junta hace casi 12 años. Y, por si fuera poco, han tenido la desfachatez de gastar 4 millones de euros sólo para  “excavaciones y catas arqueológicas previas” para la sede del Consejo Consultivo.

Al igual que, resulta verdaderamente indignante el dinero que desde la Junta se gasta en Fundaciones como la citada o la Fundación Villalar o en las múltiples empresas públicas, que han venido constituyendo desde su centralismo y para su absoluto beneficio y aquí, en nuestros pueblos, cada día veamos mermados derechos básicos en materia de educación, sanidad o atención social.

Eso sí no os preocupéis, aquí muchas de nuestras empresas  cierran o adelgazan con tremendas regulaciones de empleo (los tristemente famosos Eres), pero curiosamente, y es enojante, cómo se conceden subvenciones y apoyos de toda índole para que su Renault y otras empresas ubicadas en Valladolid, el símbolo del centralismo, no se vayan de allí e incluso ganen empleos. O como, por otra parte, crean macro centros comerciales en Valladolid, que al final hunden más al comercio de Zamora, de León o de Salamanca.