Al ritmo que marcan los yoyós.

De nuevo la Asociación Ayoyob de Benavente celebraba su concentración anual de amantes y jugadores no sólo del Yoyó sino también de las peonzas.

Este año han contado en la exhibición con el campeón y la subcampeona de yoyós de España que provienen de Badajoz, Almería o Barcelona pero también con muchos aficionados y ya profesionales de diferentes partes del territorio nacional y también de nuestra ciudad.

Presente en esta jornada ha estado el Presidente de la Asociación Española de Yoyó, Alfredo Mascali.

Interbenavente: ¿Cómo surgió tu pasión por el Yoyó?

Alfredo Mascali: Al yoyó jugamos todos de pequeños, y un día me entero de que existe un congreso de yoyós, acudí y conocí a Jesús que es de aquí de Benavente. En aquel momento no surgió mucho, pero después decidimos que si esto queríamos que funcionara en España tenía que haber una asociación nacional.

Jesús comienza a informarse y monta la asociación en Benavente, antes que la nacional, es decir esta es la primera que existió. A partir de ahí nos pusimos en contacto, estuvimos moviendo gente de Cataluña, Almería, Badajoz, Albacete e incluso de Murcia y montamos la asociación nacional que lleva 6 años y cada vez atraemos a más gente.

Aquí en Benavente como es la primera asociación que se formó, Jesús tenía instaurado que todos los años se celebrara una concentración para preparar el campeonato nacional , para disfrutar y difundir.

Ib: El yoyó, actualmente, ¿tiene más éxito entre los mayores o los pequeños?

A.M: Hay diferencia, mi hijo que tiene seis años lleva jugando desde los tres, pero claro me tiene a mí. Aquí cuando celebramos la concentración tiene más éxito entre los abuelos, que son los que les enseñan a como cogerlo y jugarlo y los padres también, pero buscan yoyós tradicionales.

Nosotros lo que movemos más es el yoyó moderno, que empezó en los años 90 y que tiene otras características.

En base a los abuelos conseguimos que se enganchen los niños.

Ib: ¿Ha cambiado mucho la técnica de mover o jugar con el yoyó?

A.M: Ha cambiado muchísimo. Yo cuando era pequeño en el colegio nos venían a hacer exhibiciones de yoyós y nos hacían movimientos típicos, tirar y recoger, el columpio, el perrito.

A partir de los años 90 esto se ha modernizado incluye yoyós de aluminio con rodamientos, con aluminio y a cero e incluso con titanio, la forma de moverlo cambia, para subirlo tienes que hacerlo con movimientos.

A la hora de competir se ha profesionalizado una barbaridad. Este año se han celebrado los mundial en Pekín donde España ha contado con una persona compitiendo y otra como espectador. El año anterior fue en Praga, ahí sí tuvimos españolas compitiendo.

Ib: ¿Hay buenos jugadores de yoyós en España?

A.M: Ahora el que más éxito tiene es Daniel Tamariz, que es nieto de Juan Tamariz, pero sí hay buenos jugadores. En Benavente tenemos hoy primero y segundo del campeonato profesional, Juanjo de Badajoz y Gemma de Barcelona y de aquí de Benavente está Jorge Furones, que ganó la categoría avanzada, que es el paso previo para pasar a la profesional.

Ib: ¿Por qué la gente se tiene que animar a retomar o conocer este juego?

A.M: Porque es muy divertido. El yoyó tiene un problema con respecto a los juegos actuales y es que no tiene un resultado inmediato, porque requiere entrenamiento.

La asociación de Benavente lo hace bien porque se reúnen una vez al año.

Por qué los niños se tienen que animar, porque se consiguen coordinación, compartir afición, se trabaja la creatividad, el ingenio, ser valiente y atravido para subirse a un escenario.

Los más pequeños son los que tienen menos vergüenza a la hora de subirse a un escenario.

Ib: A parte de yoyós, tenéis peonza.

A.M: Siempre tiramos a los juegos tradicionales. Ahora ha variado mucho, en los últimos cuatro años han venido las peonzas mejicanas que son de plástico y se rompen antes pero te facilitan hacer más acrobacias. Pero también nos gusta jugar con el diávolo y ahora tenemos muy de moda el kendama, muy parecido al varelo que el palo con una bola y un agujero que va atado con una cuerda, pues el kendama es un juego de varelo japonés, que además de tener el pincho para clavar la bola tiene tres copas donde recogerla.

Ib: ¿El yoyó tiene futuro?

A.M: Aquí en España lo que buscamos es cantera, hace seis años cuando empezamos con este proyecto teníamos 30-31 años ya hora tenemos 36 y con familia y necesitamos un relevo.

Pero creo que si que hay cantera, este año hemos creado una iniciativa llamada lader que es una especie de escalera de trucos, orientada para los niños de 8-9-10 años aprendan trucos para competir que es repetirlos para que te permitan acceder a trucos más complejos.